domingo, 15 de diciembre de 2013

Las ranitas en la nata










Había una vez dos ranas que cayeron en  un recipiente de nata.

Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse.

domingo, 24 de noviembre de 2013

El tigre saltador








Dos cervatillos pastaban alegremente junto a un río. Se acercó sigilosamente un tigre y les acorraló. Los cervatillos, asustados, urdieron un plan. 

- ¨Nos rendimos, pero antes debes demostrarnos que eres el gran saltador del que todos hablan¨, dijeron ¨¿ Ves aquel tronco en medio del río? a ver si eres capaz de saltar hasta él¨.

El tigre se sentía orgulloso. Saltó sin hacer gran esfuerzo hasta colocarse sobre el tronco y miró a los cervatillos.

- ¨Eres el mejor saltador y el mas fanfarrón¨, contestaron los cervatillos, y se alejaron corriendo dejando al tigre sobre el tronco. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

El concurso de belleza



En un precioso jardín vivía la mariposa más bonita del mundo. Era tan bonita y había ganado tantos concursos de belleza, que se había vuelto vanidosa. Tanto que un día, la cucaracha lista se hartó de sus alardes  y decidió darle una lección.
Fue a ver a la mariposa, y delante de todos le dijo que no era tan bonita, que si ganaba los concursos era porque los jurados estaban comprados, y que todos sabían que la cucaracha era más bella. Entonces la mariposa se enfureció, y entre risas y desprecios le dijo a tí te gano un concurso con el jurado que quieras"Vale, acepto, nos vemos el sábado", respondió la cucaracha sin darle tiempo. Ese sábado todos fueron a ver el concurso, y la mariposa iba confiada hasta que vio quiénes formaban el jurado: cucarachas, lombrices, escarabajos y chinches. Todos ellos preferían el aspecto rastrero y el mal olor de la cucaracha, que ganó el concurso claramente, dejando a la mariposa tan llorosa y humillada, que nunca más volvió a participar en un concurso de belleza.Por suerte, la cucaracha perdonó a la mariposa su vanidad y se hicieron amigas, y algún tiempo después la mariposa ganó el premio a la humildad.